A continuación, te presentamos las pautas que debes seguir para maximizar la eficiencia de tu sistema de aire acondicionado y lograr la temperatura óptima para un confort térmico adecuado.
¿Cuál es la temperatura ideal? Durante la temporada de verano, se recomienda establecer la temperatura en un rango de entre 24ºC y 26ºC para lograr un nivel óptimo de confort térmico. Sin embargo, es fundamental comprender el concepto detrás de esto.
El confort térmico se refiere a la sensación de bienestar físico completo. Es importante tener en mente que cada individuo tiene su propio umbral de sensibilidad a la temperatura, lo que significa que no todos necesitan ajustar el aire acondicionado a la misma temperatura.
A pesar de esto, es aconsejable evitar reducir drásticamente la temperatura del aire acondicionado, incluso si las temperaturas exteriores son elevadas, para permitir que el cuerpo se acostumbre gradualmente. Una disminución abrupta podría tener repercusiones en la salud.
También es crucial considerar la temperatura exterior, ya que no se recomienda que la diferencia de temperatura entre el interior de la habitación que deseas enfriar y el exterior exceda los 12ºC.
¿Qué temperatura es más eficiente en términos de ahorro? Como mencionamos anteriormente, la temperatura óptima para el aire acondicionado, tanto en términos de salud como de eficiencia, se encuentra entre 24ºC y 26ºC.
Es esencial recordar que por cada grado de disminución de temperatura, el consumo energético podría incrementarse en aproximadamente un 8% en tu factura. Para mitigar el consumo eléctrico, es recomendable optar por sistemas de aire acondicionado eficientes, que cuenten con modos de operación diseñados para el ahorro de energía.
Ajustar adecuadamente la temperatura del aire acondicionado no solo favorecerá la salud, sino que también contribuirá a la reducción de los gastos energéticos.
